RESTRICCIONS MECÁNICAS (semana santa 2014, Hospital Meixueiro, Vigo)
En primer lugar quiero afirmar rotundamente que atar a las personas es unacrueldad extrema; junto con las medicaciones forzosas, mentir al pacientecomo práctica sistemática y normalizada, el electroshock, etc.; y debe serradicalmente prohibida; siempre hay otras opciones, sólo sirve para alteraraún más a las personas y puede ser completamente gratuita, como ocurrióen mi caso. Puede ocurrirle a cualquiera. Pueden atar a cualquiera. No existen dos tipos de personas. Estamos todos en el mismo barco.
En ningún caso se puede defender. Incluso cuando la persona está fuera de sí. O existe un riesgo de que se haga daño a sí misma o a los demás. Ni siquiera entiendo cómo la psiquiatría puede ser una especialidad médica. Ni siquiera entiendo cómo se permite a médicos formados en el franquismo ejercer. Médicos biologistas. Ejercer y formar a los nuevos psiquiatras.
CONTEXTO
Mi caso es relevante en la medida que muestra como de gratuita puede ser la decisión de atar a alguien (porque me caí de la cama, según ellos porque estaba muy sedada; sedación excesiva sin justificación) y la falta de garantías desde el punto de vista de la ley. En el sistema judicial los que acusan a las personas de algún delito, agresión, tienen que demostrar que las personas han hecho algo. Las personas acusadas de cualquier acto violento tienen derecho a que alguien les explique sus derechos pero sobre todo a que alguien vigile que no se cometan excesos y se respeten esos derechos. Yo no estaba fuera de mí. No suponía un peligro para nadie. Sólo quería que me ayudasen a explicarle a mi madre que no podía jugar con la guardia civil, ni mentir, y convencerla de que se decidiese a iniciar un proceso de discontinuación de las drogas psiquiátricas.
La persona que me acusó de ser violenta (mi madre), contra ella, contra mí misma, no pidió en ningún momento ser atendida y en ningún momento nadie se ofreció a atenderla. No tenía un pequeño golpe ni un pequeño rasguño. Mi radiador estaba roto porque alguien lo había lanzado por la ventana, no el de la denunciante, ninguna posesión de la denunciante estaba rota. La denunciante estaba bajo los efectos de las drogas psiquiátricas y el alcohol (40 años de consumo). Recientemente había consumido Dogmatil. Los médicos no previenen a los pacientes de que Dogmatil es un neuroléptico, de que puede inducir un estado maniático, inducir comportamientos violentos, ni de que es adictivo, la abstinencia puede inducir psicosis, estado maniático. No es un medicamento que puedas tomar un día y no otro sin consecuencias que pueden llegar a ser graves.
De todas formas, el concepto de la ‘dosis terapéutica’ es en sí mismo absurdo. Si reaccionas mal, puedes hacerte daño a ti mismo o a los demás. Puedes sentir profunda angustia, etc. Puede haber pasado bastante tiempo entre haberla tomado y los efectos perniciosos, el desarrollo de psicosis, manía. Las personas reaccionan de forma distinta a los medicamentos. Mi madre es violenta. Nunca la conocí de otra forma. Nunca la conocí no estando ella bajo los efectos de las drogas psiquiátricas. Pero al yo crecer, optó por delegar sus actos violentos en otros. Mi madre introdujo a mi hermana en el maravilloso mundo de las drogas psiquiátricas. Lo intentó conmigo enviándome por ejemplo en una ocasión lo que eran posiblemente antidepresivos (recuerdo que tenían los días de la semana) a donde yo vivía (prescritos por un médico que no me conoce personalmente aún a día de hoy) que tiré y nunca tomé.
Tenía en el momento de la denuncia falsa en 2014 un historial de dos agresiones. La primera y más grave, un puñetazo contundente en el ojo derecho propinado por mi hermano. Ahora ya suman tres. En realidad sólo acudo a urgencias cuando el golpe es suficientemente grave. Cuando siento que necesito atención médica. La primera vez, un médico puso una denuncia (Hospital do Meixueiro, 02/03/2008 atendida a las 23:26). Mi madre recibió la carta del juzgado. Yo no estaba viviendo en aquella casa. ¿Envían la carta del juzgado a la casa del agresor? Evidentemente la destruyó y tuve conocimiento mucho más tarde en un desliz de mi padre. La denuncia al 062 tiene que ver con esa carta y esa agresión. Difamación como modo de cubrirse las espaldas. ¿Por qué estoy en una situación de indefensión tan grande?: porque tengo endometriosis (inicio síntomas en 2012, escalada en enero 2013) pero la endometriosis no fue el inicio de mis problemas ginecológicos, desde los 15 años experimento menstruaciones muy duras, que dificultan mi vida laboral. Y también asumí la violencia como parte del precio para poder estudiar en la universidad. Una suerte de impuesto.
Recientemente fui operada (17 enero 2018, dos quistes tamaño importante, de urgencia, desde septiembre 2017 en un estado de sufrimiento muy grande, totalmente incapacitada durante meses).
El médico psiquiatra que ordenó que me agarrasen para inyectarme un coctel totalmente desproporcionado que me sumió en un estado de sedación durante tres días estaba sólo conmigo en ese momento, buscó el enfrentamiento todo el tiempo, se burló de mí, me mintió en todo momento, nunca me explicó ni por un instante mis derechos, la ley, no me preguntó si quería ingresar de forma voluntaria, no me explicó que la ley permitía la medicación forzosa y el ingreso forzoso, llamó a seguridad, engañó a los de seguridad, pude ver el brillo en sus ojos (la diversión que le producía ejercer el abuso de poder, ni siquiera sé su nombre), ni siquiera sé si la razón por la que escribieron en mi ficha ‘tendencias suicidas’ es una mentira de mi madre o una mentira propia del psiquiatra, jamás tuve que ser atendida por algún tipo de intoxicación en el pasado, no tengo cicatrices en los pulsos, NADA.
Hipotéticamente, si la persona fallece y es un suicidio, si la familia lleva al SERGAS a los tribunales, la indemnización consiste en la mitad de la cantidad que correspondería pagar por un homicidio imprudente. Tuvo lugar un suicidio en 2012 (prensa) en la planta de psiquiatría de ese mismo hospital.
Resumen:
Denuncia falsa al 062 (vendetta personal madre con problemas de adicciones y psicológicos, conocedora del agujero garantías derechos para el denunciado, conocedora indefensión, no sabemos quién se lo explicó, quién le dio la idea). Cóctel desproporcionado (3 días en estado de sedación, dormida ¿inconsciente? pérdida de tres kilos de peso, brecha en la cabeza, sangre en la almohada, ni una cura; me hicieron un TAC varios días después, un lunes) Caída cama (explicación personal médico como razón para atarme). No sé si es verdad. No recuerdo nada.
Atada (tiempo indefinido, lesiones musculares, dos breves despertares, ensañamiento, percepción de ser tratada con odio por el personal, de abuso de poder, supliqué ser desatada entre lágrimas, me trataron como a una criminal que hubiese cometido un delito, como no se debe tratar ni a una criminal). Vértigo (no se me atendió, negativa a ponerme antiinflamatorios, tuve miedo que si insistía en pedirlos me subiesen medicación, me pusieron de hecho más diazepam que no me quitó el vértigo, muy intenso, que me impedía dormir). En un pequeño fin de semana de descanso que te dan antes de liberarte definitivamente (por medio de una jueza sin asistencia legal ni posibilidad de defensa) acudí al PAC del concello de Porriño donde me pincharon antiinflamatorios.
El médico que me atendió se rio de mí. Medicación que me producía fuertes efectos perniciosos (30 mgr diarios de diazepam, fluoxetina, orfidal—creo—dificultad al caminar, me iba para los lados, dolor en el pecho, se lo comuniqué a la doctora pero no insistí por miedo a que me subiesen la medicación, a que me atasen—porque es lo que hacen en estos casos). Entre mi despertar y el reinicio de la medicación tras la sedación inicial no ocurrió nada: ¿por qué medicar, con qué y para qué? 4 meses tras la salidasin tomar medicación, muy enferma, recuperándome (amenazas constantes de mi madre, nadie a quien acudir, además en ese estado te sientes muy pesimista a la hora de pedir ayuda, cómo lo explicas; una amiga, que no estaba en situación de ayudarme por sus circunstancias personales, me comentó que jamás me había visto tan triste, tan hecha polvo).
CONCLUSIÓN
Estoy convencida de que pude haber muerto: golpe en la cabeza + sedación (3 días que no recuerdo, 2 pequeños despertares) + atada (angustia terrible y lesiones musculares, vértigo). Creo que lo que realmente encendió al doctor que ordenó el coctel y todo lo demás, fueron mis ideas políticas sobre psiquiatría. Le dije que para mí no tenía sentido que fuese una disciplina médica, que desde la literatura (mi área de conocimiento) y las ciencias sociales entendíamos mejor el comportamiento humano. Le dije al segurata: “¿y si le hiciesen esto a tu hija?”. El psiquiatra se negó a decirle a mi madre que no consumiese alcohol con drogas psiquiátricas.